60 estafadores arrestados por robar $ 300 millones de dólares a 150 mil personas en todo el mundo. La pandilla de estafadores más grande es arrestada

Erica H. MacDonald, fiscal de E.U., anunció hoy tres cargos contra 60 acusados por su participación en un esquema de fraude de telemarketing que generó $300 millones de dólares a nivel nacional, enfocado principalmente contra personas de la tercera edad. Los cargos incluyen conspiración, fraude postal, fraude electrónico e infracciones contra la conocida como Ley de Estafas.    

“Este es el esquema de fraude contra adultos mayores más grande de la historia, involucrando a más de 150 mil víctimas de un sector altamente vulnerable de la sociedad”, declaró la fiscal. En la acusación también se refrenda el compromiso del Departamento de Justicia (DOJ) por seguir combatiendo el despliegue de esta clase de actividades. La lista completa de acusados y sus respectivos cargos se encuentra disponible en el sitio web del DOJ.

Según la documentación presentada ante la corte, los acusados mantuvieron vigente este esquema fraudulento por los últimos 20 años, valiéndose de una decena de compañías fraudulentas supuestamente dedicadas a la venta de revistas en Canadá y E.U. Estas compañías que fungían como fachada operaban call centers de llamadas de telemarketing, usando elaborados y engañosos guiones especialmente diseñados para atraer la atención de adultos mayores.

Acorde al DOJ, la mayoría de estas llamadas fraudulentas giraban en torno a una falsa renovación, en la que los defraudadores argumentaban llamar por la renovación de una suscripción. Con frecuencia los delincuentes llamaban por teléfono anunciando una falsa oferta para reducir el costo mensual de la siguiente suscripción de la víctima. Sobra decir que las verdaderas compañías de venta de revistas no tenían relación alguna con estas llamadas.

El efecto fue que un solo consumidor pasó de tener una suscripción a una revista a, en ocasiones, más de una docena, todas con diferentes compañías de revistas fraudulentas, cada una de las cuales se “vendió” bajo los auspicios de “reducir” la tarifa mensual del consumidor.

Las autoridades también alegan que algunos de los acusados emplearon un guión de “cancelación”, dirigido a personas que anteriormente habían sido víctimas de una estafa de venta de revistas fraudulentas. Aprovechando la desesperación de las víctimas por detener las suscripciones a la revista, los acusados que utilizaron el guión de cancelación para ofrecerse a terminar con los problemas de suscripción de las víctimas a cambio de un pago único. Por supuesto este pago en realidad fue enviado a cuentas controladas por los actores de amenazas.

En una tercera acusación se señala a los acusados como responsables y participantes en todos los niveles de este esquema fraudulento, incluyendo a los propietarios de las compañías, gerentes de call centers, operadores telefónicos y otros empleados.

Los líderes del esquema proporcionaron a las empresas involucradas en la estafa todos los recursos necesarios para la operación, incluyendo los programas de software de gestión de relaciones con los clientes (CRM) para rastrear pedidos, ventas y otra información del cliente. Los operadores también contaban con información confidencial que fue proporcionada a los propietarios de la empresa, enviando cartas de confirmación, facturas y cartas de cobro a los usuarios que habían sido defraudados por empresas de venta de revistas fraudulentas.

Por su parte, los propietarios de la empresa operaban centros de llamadas de telemarketing y proporcionaban listas de clientes potenciales y guiones de ventas fraudulentos a sus empleados. Estas empresas fraudulentas operaban en 14 estados de todo el país, incluyendo Minnesota, Florida, Georgia, Mississippi, California, Iowa, Kansas, Missouri, Illinois, Colorado, Arizona, Nuevo México, Carolina del Norte y Arkansas. Los gerentes del centro de llamadas colaboraron con la capacitación de los empleados al igual que en cualquier call center legítimo.

Finalmente, el DOJ señala a la compañía Lead Brokers por la compra y venta de información personal de cientos de miles de personas, muchos de ellos ancianos, jubilados y desempleados. La firma acusada vendía cada registro personal por hasta 15 dólares, dependiendo la cantidad de información.  

La fiscal MacDonald concluyó su mensaje agradeciendo al FBI y al Servicio de Inspección Postal de los Estados Unidos por su colaboración a lo largo de esta investigación, por la que se espera haber clausurado permanentemente las actividades de este grupo de estafadores.