Anciana de 82 años perdió todos sus ahorros por esa estafa telefónica

Los estafadores son individuos inescrupulosos a quienes no les importa dejar en la calle a las personas más vulnerables y necesitadas con tal de obtener ganancias de forma fácil. Por si quedaba alguna duda de esto, las autoridades de Argentina revelaron el modo de operación de un grupo dedicado al fraude telefónico que engañó a una mujer de la tercera edad con el fin de robar los ahorros de su vida.

Hace unos días Adela, una mujer de 82 años de edad radicada en La Plata, Argentina, recibió una llamada telefónica de una joven desesperada que se identificó como nieta de la víctima. La supuesta nieta de Adela le aseguró que su madre necesitaba todo el dinero que pudiera darle para saldar una fuerte deuda: “Me decía que no cortara la llamada y me pedía algunos datos, salí tres o cuatro veces para reunir todo lo que me pedían”, menciona la víctima.

La mujer cayó completamente en la trampa de los estafadores y, pensando en que su hija y nieta se encontraban en verdaderos problemas, reunió 59 mil dólares, 80 mil pesos argentinos y algunas joyas para llevarlas a una ubicación que la supuesta nieta le indicó. Quienes recibieron el dinero y las joyas de Adela le indicaron que regresara a casa y esperara nuevas instrucciones.

La víctima obedeció y regresó a su domicilio a esperar una nueva llamada. Como esta nunca llegó Adela decidió llamar a su hija para verificar si seguía en peligro; para su sorpresa, ni su hija ni su nieta tenían idea de lo que estaba hablando, ni sabían algo de la amenaza o la supuesta deuda. En otras palabras, Adela acababa de ser víctima de una estafa telefónica que la hizo perder alrededor de 107 mil dólares. Hasta el momento no se sabe cómo hicieron los actores de amenazas para obtener el número telefónico de la víctima.

Las autoridades y expertos en seguridad mencionan que esta práctica es más común de lo que parece y, a pesar de que es muy fácil detectar la estafa, muchas personas entran en pánico al escuchar tales amenazas o peticiones, por lo que son más propensas a caer en la trampa. Lo mejor ante estos casos es ignorar las llamadas, comunicarse con los familiares presuntamente involucrados y notificar el incidente a las autoridades correspondientes.