Dos ex empleados de eBay son arrestados por su participación en una agresiva campaña de acoso cibernético

El Departamento de Justicia de E.U. (DOJ) ha anunciado que dos antiguos empleados de eBay se declararon culpables de participar en una campaña de acoso y espionaje contra los editores de un boletín que era considerado por la compañía como demasiado crítico. Brian Gilbert (52 años), ex gerente de operaciones especiales del equipo de seguridad DE eBay, y Stephanie Stockwell (26 años), ex gerente del Centro de inteligencia global de eBay, se declararon culpables de conspiración para cometer acoso cibernético y conspiración para manipular testigos.

Los ex ejecutivos de eBay, James Baugh, de 45 años, y David Harville, de 48, fueron arrestados y acusados el 15 de junio de 2020 como parte de la misma investigación.

Las autoridades mencionan que en agosto de 2019, los acusados desplegaron esta campaña de hostigamiento en contra de una pareja en Natick, Massachusetts. La pareja acosada recibía constantes mensajes de cuentas desconocidas en Twitter, criticando el contenido del boletín y amenazando a las víctimas con allanar su domicilio e incluso instalar un dispositivo de rastreo GPS.

Durante su audencia, Gilbert admitió haber redactado mensajes de Twitter amenazadores para enviarlos a los editores del boletín, además de haber planeado el viaje a Natick con otros miembros de la compañía. El acusado también propuso llevar un expediente de documentos al Departamento de Policía de Natick (NPD) para hacer parecer que todo era algo planeado por las víctimas; finalmente, Gilbert hizo declaraciones falsas ante la policía local sobre los motivos de su viaje a Boston.  

Por otra parte, Stockwell admitió haber comprado una computadora portátil para acosar a las víctimas desde una cuenta de email anónima, misma que usó para comprar arañas vivas con el fin de enviarlas a las víctimas. La acusada también preparó un informe de “Persona de interés” de eBay. Esta era una lista de ficticios de posibles sospechosos para proporcionar a la policía de Boston y así evadir algunas sospechas.

De ser encontrados culpables, los acusados enfrentan una condena de hasta cinco años de prisión más tres años de libertad bajo supervisión y una multa de hasta 250 mil dólares.