Agencias policiales usan cuentas falsas de Facebook e Instagram para vigilar a los ciudadanos y revisar sus antecedentes penales

Gracias a una investigación de la organización no gubernamental Brennan Center for Justice, se descubrió que hace un par de años el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) contrató los servicios de Voyager Labs, una firma de recolección de información que afirma contar con la tecnología necesaria para identificar posibles delitos antes de que sean cometidos.

A primera vista, Voyager Labs parece una firma de recopilación y análisis de datos como cualquier otra, no obstante, basta con leer los documentos obtenidos por la ONG para darse cuenta que los servicios de esta empresa van mucho más allá de la búsqueda de información en fuentes públicas, como redes sociales.

Acorde a Brennan Center for Justice, Voyager asegura que su software es capaz de identificar sospechosos mediante sus cuentas en línea para identificar a sus contactos cercanos, conocidos y potenciales cómplices, empleando inteligencia artificial para encontrar motivaciones para cometer algún crimen, ya sea por razones económicas, emocionales e incluso ideológicas. Además, Voyager insinuó que el LAPD podía realizar maniobras de monitoreo empleando cuentas falsas de plataformas sociales como Facebook, Instagram y Twitter.

La investigación también señala que LAPD y Voyager terminaron un periodo de prueba piloto en noviembre de 2019, después del cual las autoridades decidieron continuar con el uso de esta tecnología al menos por un año más, aunque se dice que las conversaciones siguen en curso. Al respecto, un portavoz de LAPD asegura que por el momento el Departamento no está utilizando Voyager, aunque se negó a responder más dudas.

Si bien LAPD lleva años reconociendo a las redes sociales como una fuente de información vital en la investigación de algunos casos criminales, expertos en ciberseguridad se han mostrado seriamente preocupados sobre el uso de software como el proporcionado por Voyager Labs, pues la línea entre su uso legítimo y la violación a las libertades civiles de los ciudadanos de E.U. es realmente difusa, lo que las agencias de la ley aprovechan intencionalmente.

La comunidad de la ciberseguridad comenzó a reparar en esta práctica cuando comenzaron a acumularse reportes sobre LAPD ordenando a sus oficiales recopilar información sobre civiles aparentemente aleatorios, interrogándolos sin una orden judicial en algo conocido como “vigilancia policial predictiva”.

Sobre las herramientas de Voyager a las que LAPD tuvo acceso, la ONG no logró determinar el nombre específico de cada muestra de software o si alguna de estas herramientas permitió obtener evidencias presentadas en un juicio, aunque aseguran que el Departamento investigó alrededor de 500 perfiles en redes sociales, además de analizar miles de mensajes privados. Además, un investigador anónimo de LAPD mencionó que el software de Voyager permitió “investigar detalladamente a algunos objetivos, incluyendo algunas pandillas”.

A inicios de 2020, LAPD y Voyager se encontraban negociando una posible extensión de contrato, para lo cual la compañía envió múltiples documentos para mostrar cómo funcionaban sus herramientas más avanzadas. En esta demostración, Voyager detalló cómo su software permitió investigar a un activista pro musulmán radicado en Nueva York, quien supuestamente estaba fraguando un plan para esparcir intencionalmente una muestra de COVID entre diversos funcionarios del gobierno egipcio.

La compañía aseguraba que esta investigación fue llevada a cabo por agentes federales, aunque no agregó mayor información sobre los resultados de la operación. Voyager concluyó mencionando que este software pudo analizar miles de publicaciones en las redes sociales del activista investigado, labor que se extendió a más de 4,000 de sus contactos en redes sociales.

Como se menciona anteriormente, las prácticas de esta compañía han llamado la atención de la comunidad de la ciberseguridad y activistas de las libertades civiles. Rachel Levinson-Waldman, del Brennan Center for Justice, cree que un factor fundamental en la conducta de esta compañía es la complacencia de las autoridades, que no solo permiten que Voyager espíe a los ciudadanos sino que incluso colaboran con ellos.

Otro factor que preocupa a los expertos es que Voyager Labs pareciera ser una gran compañía sin nombre, ya que ni siquiera publica sus servicios en una plataforma de acceso público, sino que ofrece a sus clientes un primer acceso a algunas herramientas de recolección de información para después ofrecer sus desarrollos más sofisticados, lo que indica que sus directivos se sienten más cómodos sin que las personas en general sepan exactamente a qué se dedica la compañía.

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